jueves, 3 de mayo de 2012

La lectura desatada


El placer de empezar y acabar un libro. Leer como en la adolescencia, todo el día, de un tirón, con todo desaparecido alrededor. Pasar las páginas sabiendo que hay un trozo de vida a la que no vas a volver, que en cada línea has perdido algo. Mentiras que te llevan a verdades. Soledad acompañada. Ventanas, caminos, penumbras. Cerrar la puerta, al fin, con resolución, como el último beso de una pasión que sabíamos que no duraría para siempre. Lecturas desatadas. Olvidamos los detalles y nos queda la añoranza, como dijo Emma.

Ilustración de Liniers.

2 comentarios:

  1. Cuánta vida... cuánta magia...
    Cristina

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  2. un buen libro te deja eso, la añoranza...y como me dijo una amiga: las metáforas te llenan el alma...

    Un abrazo Chimista!

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